Castilla y León en un destino turístico realmente bello, atractivo y que brinda a sus visitantes infinidad de encantos. Es precisamente por este motivo que alojarse en las casas rurales en Castilla y León durante unas vacaciones o días de asueto puede convertirse en una experiencia única y verdaderamente satisfactoria, admirando sus ríos, montañas, embalses o páramos.
En Castilla y León son muchas las cosas que podrán hacerse y muchos los lugares a visitar. En estas tierras el senderismo y el cicloturismo son dos actividades muy demandadas para gozar de los muchos caminos, rutas y senderos que recorren la zona, mostrando a sus visitantes los parajes más bellos e impresionantes. Tampoco hay que olvidar mencionar la pesca y las rutas ecuestres por sus paisajes.
Uno de los puntos fuertes del lugar es la naturaleza y las numerosas especies de aves que habitan en la región. Los amantes de la ornitología gozarán una amplia lista de especies de aves para contemplar y fotografiar, pudiendo encontrar fabulosos ejemplares de águila imperial, aguilucho cenizo, aguilucho pálido, buitre leonado, halcón peregrino, milano real, urogallo cantábrico o el alimoche, entre otras muchas, ya que pueden encontrarse más de 300 especies de aves.
De modo que Castilla y León es un destino formidable para la observación de aves, de hecho que hay infinidad de miradores repartidos en la región. Lobos, osos y ciervos también inundan sus bosques y espacios naturales.
Pero la Castilla y León más rural no sólo es fauna y naturaleza, también es gastronomía, donde los vinos que se elaboran en el lugar adquieren gran importancia, convirtiéndose en uno de sus puntos fuertes de la zona, pudiendo encontrar hasta nueve denominaciones de origen con gran carácter. Entre los platos típicos y más caseros a degustar destacan las sopas de ajo, el cocido maragato y la sopa de trucha.