CaixaBank vuelve a demostrar su fortaleza. La entidad financiera presidida por Isidre Fainé anunció ayer un beneficio de 458 millones de euros los nueve primeros meses del año, lo que se traduce en un fuerte incremento del 164,5% si se compara con el mismo periodo de 2012. Estas cifras se enmarcar en un contexto positivo a partir de la integración contable de Banca Cívica y Banco de Valencia, así como la generación sostenida de ingresos del negocio bancario y de las participadas.
Durante este período, CaixaBank llevó a cabo saneamientos y dotaciones por valor de 5.956 millones de euros, de los que 3.449 millones se registraron contra resultados, y su core capital actual es del 12,5% según Basilea II y del 11,8% aplicando Basilea III; la liquidez se sitúa en los 66.289 millones, un 19,3% del total de los activos del grupo.
El margen bruto a cierre del mes de septiembre fue de 5.276 millones, un 2,6% más, y el margen de intereses alcanza los 2.936 millones (3,2%) y presenta un cambio de tendencia positivo en su evolución respecto al trimestre anterior, con un crecimiento del 1%.
Mientras, el margen de explotación cayó un 44,5% hasta los 1.437 millones, influido por los costes extraordinarios de 832 millones de euros derivados, en su práctica totalidad, del ajuste de la plantilla de CaixaBank. Sin costes extraordinarios se sitúa en los 2.269 millones (-12,3%).
La entidad destacó que “este intenso proceso de reestructuración de la plantilla” permitirá aumentar la eficiencia, garantizando la consecución de las sinergias de costes previstas en las integraciones de Banca Cívica y Banco de Valencia.
El apoyo de ambas entidades, CaixaBank se convierte en la entidad líder del mercado español, con 13,7 millones de clientes, unos activos de 342.675 millones y un volumen de negocio de 514.644 millones.
Además, estas integraciones reportaron ya 423 millones, el 98,3% de las sinergias previstas para 2013. El ahorro de costes para 2015 alcanza los 682 millones, un 9,1% más que la previsión inicial.