Supongamos que necesitas un acupuntor en Cuenca, o tal vez un sitio donde alquilen limusinas en Barcelona. ¿Qué harías? Seguramente incluir esos términos en un archiconocido buscador de internet y cruzar los dedos para encontrar a la primera lo que buscas. Porque ¿qué hace un señor que se apellida Cuenca en medio de la búsqueda? ¿O por qué aparece una escuela de reiki en el listado?
Es lo que ocurre cuando se realizan búsquedas en el socorrido Google, que si tienes suerte encontrarás a la primera lo que buscas, pero si no es así, tendrás que modificar términos de búsqueda o sumergirte en miles de posibilidades hasta que encuentres lo que quieres.
Otra posibilidad es acudir al papel, ese aliado tan importante hace unos años. Ahí está todo más claro y bien clasificado, pero ¿quién tiene hoy en día una guía telefónica? Son casi objetos de museo.
Sin embargo, no hace falta desesperarse o perder toda una tarde para dar con ese acupuntor o ese sitio donde alquilar un vehículo en concreto. En los últimos años han proliferado los directorios o buscadores de empresas como unbuscador.es. ¿Más de lo mismo? En absoluto.
En este tipo de directorios puedes buscar por categoría y dentro de ellos en subcategorías, de modo que la búsqueda queda reducida a un apartado muy concreto. Además, se puede buscar solo por localidades o por comunidades autónomas. Y la lista de resultados se ciñe estrictamente a lo que se ha marcado en las casillas, de manera que podremos elegir entre unas cuantas posibilidades, sin tener que escarbar, todas serán perfectamente válidas.
Los directorios de empresas han abierto nuevas posibilidades a todo tipo de negocios o profesionales que trabajan por cuenta propia. Son una excelente herramienta para darse a conocer entre unos potenciales clientes que necesitan algo en particular y que como tal lo encuentran en estos buscadores.