Al andar por las calles de una ciudad prestando atención a los alrededores, se puede notar el hecho de que cualquier idea o actividad, aunque nazca de un individuo, realmente destaca y perdura en el tiempo al ser llevada a cabo por un equipo. Pongamos por caso, un restaurante exitoso es la combinación de cocineros, camareros, administradores y el resto del personal que, por sí solos, no llegarían a ninguna parte.
Y aun cuando fuera posible la auto sustentabilidad y procurar por uno mismo la satisfacción de todas las necesidades básicas, eso llevaría a una existencia solitaria y triste, puesto que como seres sociales y gregarios encontramos alivio de los temores que produce la vida y fuerza para sobrellevarla en la comunidad, independientemente de que se componga de familiares, amigos o simples conocidos.
Así, volviendo al ejemplo práctico del establecimiento mencionado, las personas que usan sus servicios tienen diferentes tipos de motivación. Diversos casos se presentan pero, todos acuden con la certeza de que no únicamente los estómagos se saciarán, sino que también serán tratados de forma atenta y profesional.
Los camareros constituyen la principal imagen del local
Ya sea que la gente no sepa o pueda cocinar y acuda diariamente a una entidad diferente buscando tener una dieta saludable y variada, que se trate de aventureros gastronómicos persiguiendo nuevos sabores para el paladar o parejas que quieran celebrar una ocasión especial con una salida romántica. Inclusive, hay familias que por una fecha festiva deciden realizar una conmemoración modesta, mas sin embargo sabrosa.
Desde el momento de entrar, al recibir la carta y, posteriormente, los alimentos, todo está orientado hacia lograr que al final del servicio, los comensales dejen una propina similar al placer proporcionado, vuelvan a visitar y recomienden el local.
Y esto es factible gracias a nuestro sentido comunitario que permite que cada persona se especialice en lo que prefiera sin temor a no poder sobrevivir debido a ello. Independiente de que produzca gusto a los talentos y hobbies, o al bolsillo, siempre existe alguien dispuesto por un precio, a hacer por ti aquello que necesites. Definitivamente, a la hora de comer fuera de casa el camarero es tu mejor amigo.