El PSOE retrata con la fotografía fija de 14 de 15 comisionados el virtual enchufismo máximo instalado en Ourense por Baltar. Todos los delegados provinciales del PP salvo uno tienen o tuvieron familiares, allegados o políticos de su club en la Diputación. Más de 70 personas con genoma popular, certifican. Los socialdemócrata pretenden amparo legal para que no puedan votar nada que cuestione la política de empleados de dos décadas. Una hipotética clandestinidad después de años de tratar formas y reyertas públicas llevará al Tribunal al expresidente Baltar en unos días. A punto de cumplir un ejercicio como heredero, su sucesor, plantea el delegado socialista Ignacio Gómez, ha heredado más que el sillón de su inventor. El socialista acusa prácticas escasamente transparentes en materia de contratación, la existencia de supuestos enchufados del predecesor que han renovado en el requerimiento de Baltar Blanco, así como un dispendio en subvenciones y supervisores con 32 personas dirigiendose a un ERE. Igualmente, ve el cisma indudable de parte del PP.
-Manuel Baltar justificó un ERE para 32 personas por la crisis económica y coherencia con la actual situación de España. Cuatro de cada diez euros van a costear trabajadores, 76 asalariados ganan más de 50000. euros y en el último pleno el mandatario confirmó el nombramiento de su cuarto consejero con más de 25000. euros de jornal.
-Con un ERE para despedir empleados (la mayoría de afectados son mileuristas) que esclarece porque no hay dinero, es un evento de poca vergüenza nombrar a otra persona a dedo más para su entorno y habrá que esperar qué acaece con otra plaza inventada de 80000. euros de jornal. El de Cesar Fernández (portavoz del PP en Ribadavia, en donde Gómez es concejal de gobierno) es un ascenso más de gente del PP, un contrapoder para donde no tienen nada que hacer. Todavía no se explica al existir un directivo del Centro Cultural. En la Diputación de Ourense la verdad es que Manuel Baltar preside una institución que a día de hoy tiene más de 700 subalternos que, al final como se está demostrando, se escogen por dependencias al PP.
-Los despidos de los últimos meses, que el administrador estima en un 21 por centena de la plantilla, han terminad con el silencio. Un empleado despedido ha reconocido palmariamente que lo enchufó Baltar.
-Primero resulta paradójico que quienes se aprovecharon de un procedimiento caciquil posteriormente expongan denuncien y carguen contra quien los colocó. Es una muestra clara de que entraron por la puerta de atrás, sin nitidez e igualdad de ocasiones sino por la sumisión al partido.
