La odontología al contrario de lo que un niño pueda opinar, no es el arte de llenarte la boca con cosas que saben raro, sino, la ciencia de la salud encargada de maxilares superior e inferior, mandíbula, encías y dientes de los seres humanos. Y un buen dentista Leganés tiene lo último en tecnología y mejor servicio para dejarle una sonrisa triunfadora.
¿Contra qué cosas luchan los odontólogos en tan noble misión?
- Caries, cambios químicos en la superficie del esmalte. Con el tiempo, al desmineralizar, van haciendo fisuras y cavidades que dejan vulnerable la pulpa creando abscesos e infecciones, y terminando, en último caso, con la pérdida total de la pieza dental.
- Enfermedad periodontal, son inflamaciones que afectan a la encía, carne de la que está rodeada la dentición, o al hueso al que se conectan. Es uno de los mayores causantes de caídas de dientes en adultos
- Maloclusión, es simplemente el mal alineamiento de la dentadura. Los casos graves pueden crear presiones molestas en el maxilar y aumentar el riesgo de pérdida.
- Traumatismo, forma elegante de decir que una pieza dental se quebró, normalmente, por un golpe repentino. Pero no son extraños los incidentes en que la gente al dormir, o enojarse presione fuertemente la mandíbula, causando fracturas.
¿Qué técnicas usan para combatirlos?
- Exodoncia, una simple cirugía, la mayoría de las veces, para extraer un diente entero o fraccionado, incluyendo también, en ocasiones, parte del lecho óseo donde descansa.
- Obturación, conocido también como empaste, es la remoción de tejido cariado con el torno, rellenando o reconstruyendo la porción perdida con material inorgánico.
- Endodoncia, la versión más profunda del empaste, donde se debe llegar hasta la misma pulpa porque las caries han traspasado el esmalte y la dentina.
- Ortodoncia, es el uso de aparatos (brackets), ya sean fijos o removibles, que fuerzan la posición de la pieza y la obligan a desplazarse hasta el lugar deseado.
- Implante dental, un tornillo de titanio incrustado en el hueso y cubierto con una superficie similar al esmalte, que lucirá y actuará igual que el diente original.
La base de una dentadura sana es, sin duda, la adecuada higiene bucal, y una visita al dentista por lo menos dos veces al año, para inspeccionar que todo esté funcionando correctamente.